LA MOTO FERRARI: ÚNICA Y HECHA CASI A MANO

A mediados de la década de los 90 y tras 3.000 horas del trabajo artesanal más minucioso, la Ferrari 900 vio la luz. David Kay la creó en homenaje a Enzo Ferrari, que inició su pasión por los motores sobre las dos ruedas de una Scott de dos tiempos hasta que fundó la escudería que aún lleva su apellido. 

El británico que fue el gran gurú de la marca MV Agusta, casa de motocicletas de lujo creada en 1945 en Milán, contactó al hijo del ya fallecido Ferrari para construir esta moto. El proceso se asentó sobre la idea que el fabricante italiano ya tenían en mente si hubiera fabricado una gran turismo para las carreras de resistencia.

Así, Kay se puso manos a la obra para diseñar, completamente desde cero y de manera artesanal, esta motocicleta inspirada en las formas ovaladas de los años 60 y que sería la dos ruedas en llevar el 'cavallino rampante' grabado en su carrocería.

Todo hecho a mano David Kay obtuvo la autorización de Piero Ferrari a inicios de 1990 y la 900 se presentó al mundo en 1995. Su motor, de 900 centímetros cúbicos, está construido íntegramente a mano. Es de cuatro cilindros, distribución DOHC y produce 105 caballos a 8.000 revoluciones por minuto.

¿En qué se traduce esta potencia? En una velocidad máxima de 265 kilómetros por hora.  Teniendo en cuenta el peso de la mecánica y la carrocería, que es de unos 172 kilos, y la mecánica de la época, no es una velocidad nada desdeñable.

Hasta las ruedas, una Astrallite de 17 pulgadas, están hechas a mano. Además, la motocicleta cuenta con detalles retro como el sillín, el depósito de gasolina y el faro redondo encajado en la forma ovalada de la delantera. Todo un guiño a los noventa.

La Ferrari 900 se ha intentado subastar tres veces. En 2012 consiguió venderse por 100.000 euros a través de la famosa de casa de subastas Bonhams y también salió a la venta en eBay, siempre alrededor de un precio de 300.000 euros, sin éxito. La última noticia es que esta misma casa de subastas consiguió venderla el ya pasado 2019 por unos 105.000 euros, aunque se desconoce la identidad del comprador.