Guastatoya fue el escenario perfecto para la edición 99 de la Travesía Extrema. Desde muy temprano, los participantes apasionados por esta aventura se hicieron presentes para inscribirse y disfrutar de un exquisito desayuno que los llenó de energía para el día y esta emocionante travesía.

Después de las palabras de bienvenida y las instrucciones, todos arrancaron y calentaron motores para adentrarse en la travesía extrema. Desde la salida, se percibió emoción y alegría entre los participantes, así como entre los aficionados que apoyaban esta experiencia.

En terrenos de terracería, disfrutaron de caminos llenos de adrenalina, donde cada piloto demostraba que para las travesías no hay límites. Las subidas y bajadas llenaron de pura adrenalina a todos los participantes. También experimentaron emociones intensas al atravesar ríos, disfrutando de la pasión y la adrenalina que caracterizan a esta travesía. Uno de estos momentos fue memorable...

Después de recorrer muchos kilómetros y pasar por el río, todos los apasionados llegaron para disfrutar de un delicioso almuerzo que los esperaba, recargando energías para continuar con la ruta extrema. Después del almuerzo, era hora de continuar y adentrarse de nuevo en esta aventura extrema, donde la pasión fue palpable.

Así se vivió la Travesía Extrema número 99, que sin duda demostró por qué el nombre de  TRAVESÍA EXTREMA.