CONSEJOS PARA CONDUCIR MOTO

Cuando te enfrentas a la jungla del asfalto, de poco sirven los consejos de autoescuela, más dirigidos a aprobar el examen que a conducir moto.

Cuando has conseguido tu licencia, parece que has terminado una aventura, pero lo cierto es que comienzas otra, mucho más atractiva y que ha de durar mucho más tiempo disfrutar de montar en moto.

El placer de montar en moto es difícil de explicar. Tiene que ver con la sensación de independencia que produce el tener que intervenir activamente en la conducción, estableciendo una relación necesaria entre hombre (o mujer) y máquina. Hasta que esta relación sea tan fluida como para que se manifieste inconscientemente, hay que seguir unas pautas con el propósito de que se automaticen con el tiempo.

1. Huir de rigideces en moto siempre hay que ir alerta con los cinco sentidos, pero eso no implica ir tenso, sino lo suficientemente concentrado en lo que te traes entre manos. Si notas que estás tenso, tienes que localizar qué es lo que te produce esa tensión para trabajar sobre ello. ¿Te pone nervioso el tráfico circundante?, ¿la moto es nueva?, ¿no sientes confianza en el accionamiento del embrague?, ¿se te acumula el trabajo?

Ya no tienes un profesor al que exponerle las dudas, pero tampoco a nadie fiscalizando cada gesto que haces, así que lo mejor es entrenar aquello que te asusta o que se te da mal. Lo mejor es ir a algún lugar con apenas tráfico e incidir en esos puntos que todavía no controlas del todo.

2. Controlar en parado controlar la moto en parado es básico, tanto encima de ella como empujándola de lado a pie. Cuando llegas a destino, tienes la ayuda del motor y muchas veces no pensamos en la maniobra de salida. Antes de comprar una moto hay que hacer un ejercicio de sinceridad con uno mismo y calibrar el tamaño y peso de la moto con el propio, incluido el estado de forma.

3. Conducción defensiva si se está alerta, el cerebro está continuamente actualizando cálculos espacio-temporales respecto a nosotros y nuestro entorno. No se trata pues de estar a mil cosas a la vez, sino de estar atento a lo que pueda ocurrir.

Si vas por una recta y ves parado a un coche en un stop, ten siempre presente que en cualquier momento puede arrancar y, por tanto, piensa en la vía de escape posible. Posiblemente no la tendrás que aplicar en un 99,9% de las veces; pero cuando tengas que hacerlo, tendrás un plan, por malo que sea.

4. La mirada un truco eficaz en tráfico urbano es mirar los retrovisores de los autos que circulan delante de ti en el mismo sentido. Viendo sus ojos, aunque sea de manera fugaz, te da mucha información de si te han visto, de si está atento/a o de sus intenciones.

5. Conoce tu moto es importante estudiar el manual del usuario y saber para qué sirven los cada vez más comunes sistemas electrónicos que asisten a nuestra moto. Pero nos referimos a otra cosa: su ergonomía, su personalidad, su “puntito fino”, cómo frena, qué pide para moverla. No tiene nada que ver una moto custom con una trail o con un scooter. Una vez tenemos una moto (qué moto nos conviene da para otro artículo), tenemos que ser consecuentes con los que nos puede ofrecer y lo que no.

Las geometrías de una moto marcan su agilidad (o falta de ella) y debemos saber qué se le puede pedir y qué no. Hay motos que precisan de la ayuda de tu cuerpo para meterlas en curva y otras en las que no. Unas en las que el empleo del freno trasero es imprescindible y en otras potestativo. Y así con todo. Es verdad que hay personas con las que te llevas bien sin saber por qué. Pero si las conoces a fondo, sabrás si te conviene o no. Con las motos es igual.