CÓMO COMPETIR EN MOTOGP

Llegar a competir en MotoGP, es el sueño de muchos hijos, jóvenes y no tan jóvenes. Pero, ¿cómo llega uno a convertirse en uno de los pilotos más reconocidos del planeta?

La edad es un factor muy determinante. Si deseamos llegar al máximo nivel y competir en MotoGP, lo ideal será comenzar desde pequeños, en un rango de edad cercano a los 10 años. Es posible lograr este sueño con una edad mucho más avanzada, pero conseguirlo podría requerir algo de suerte y de un talento excepcional.

En las competiciones para los más pequeños, es dónde los ojeadores de equipos de categorías superiores comienzan su búsqueda de nuevos talentos. Aquellos pilotos que destacan pasarán a una lista y serán seguidos más de cerca. Si eres uno de esos, tu sueño de competir en MotoGP podría estar un poco más cerca de cumplirse. Con lo que debemos preguntarnos, ¿cómo podemos convertirnos en uno de esos pilotos?

Comenzando desde abajo Lo ideal es comenzar en pequeñas pruebas locales o regionales, en las que ya desde los 6 años es posible contar con una licencia federativa en España. Existe una licencia de iniciación desde los 4 años, pero esta no permite competir. En todo caso, en la federación de cada comunidad podrán proveerte de toda la información relativa a licencias, pruebas, requisitos y normativa.

Como en cualquier hobby, el comienzo requiere una importante inversión en elementos como material, vehículo y, según nuestra localización, desplazamientos a los circuitos o pruebas. No hay que olvidar que las caídas existen y habrá que hacer frente al mantenimiento y reparaciones.

Podemos intentar buscar algún tipo de patrocinio, ya sea empresas locales, talleres, tiendas de repuestos… pero los ingresos generados por este tipo de acuerdos suelen ser mínimos y están orientados a cubrir costes. Es necesario contar con un buen colchón económico para poder hacer frente al primer año de competición.

Si es posible, una de las mejores opciones es apuntarse a una escuela de pilotaje. A lo largo y ancho de nuestra geografía hay diversas opciones que, además, incluyen la mayoría de disciplinas de dos ruedas, con algunas localizadas en los circuitos que visita el Mundial de MotoGP. También, existen cursos para todas las edades.

Dependiendo de la modalidad, la adquisición de una moto para competir puede llegar a ser muy elevada al igual que los gastos de mantenimiento. Lo más adecuado es acercarnos a alguno de los circuitos o tiendas especializadas y consultar presupuestos. Además, el mercado de segunda mano nos puede dotar también de material a buen precio, siendo una opción muy adecuada en los comienzos, siempre y cuando podamos comprobar que todo el material esté en buen estado.

Una vez tengamos todo en regla y, siempre sin perder de vista que nuestra meta es extremadamente compleja de lograr, procederemos a competir en la o las disciplinas que deseemos.

Es importante presentar un aspecto adecuado. La limpieza, control y el comportamiento que mostremos en la competición pueden marcar un punto a nuestro favor. Durante la competición es normal que existan los nervios, los enfados y las decepciones. Hay que saber canalizar esas sensaciones y no dejarse llevar por ellas. Esto es sobre todo importante cuando se trata de pilotos muy jóvenes.

Se deben fijar en todo momento unas metas realistas, tanto de resultados como económicas. De lo contrario, el motociclismo es un deporte donde nuestra economía puede verse seriamente mermada.

 

El camino a la cima de la competición Tras haber dado nuestros primeros pasos y haber vivido la competición durante un tiempo, será el momento de hacer balance y valorar los siguientes pasos. Si es posible avanzar más, habrá que pensar en subir de nivel y estar cada vez más cerca de competir en MotoGP. Las pruebas regionales están muy bien para empezar y entrenar, pero, si se quiere llegar lejos, es necesario moverse en los circuitos grandes. Existen fórmulas de promoción que nos pueden ayudar. Sin ir más lejos, competiciones como el FIM CEV Repsol son ideales en estos casos, donde se puede empezar a competir ya desde los 12 años, y que, además, suponen un gran escaparate de cara a los oteadores de los grandes equipos. Por ahí han pasado más del 70% de los pilotos que llegan al Mundial.

Pruebas como la European Talent Cup para niños de entre 12 y 17 años o la Kawasaki Z Cup para mayores de 15 años son escenarios ideales donde probarnos con otros pilotos. Sus reglamentos permiten la máxima igualdad entre pilotos y el desembolso económico no es muy elevado.

De ahí podremos ya dar el salto a la categoría de Moto3 o Moto2. El desembolso será algo mayor, pero las posibilidades de acceder al Mundial se van incrementando. Es en estas pruebas donde todo lo mencionado anteriormente multiplica su peso. Habrá cientos de ojos observándonos en todo momento, comprobando tiempos y viendo las reacciones a cada situación. Un mal gesto, una indumentaria sucia o descuidada… es importantísimo cuidar esos detalles en todo momento.

Si uno se mantiene en las categorías inferiores durante el tiempo suficiente, seguramente varios años, entonces se puede abrir la posibilidad de ascender a la categoría reina. Se puede llegar a lo más alto sin gastarse fortunas, pero tanto el apoyo económico como un poco de suerte, siempre jugarán un papel fundamental en el sueño de llegar a competir en MotoGP.