¡MOTOS DE LOCURA!

¡MOTOS DE LOCURA!

Se trata de cinco creaciones estrambóticas, entre las que se incluye una montura oruga, que saldrían airosas de situaciones complicadas.

Nadie puede discutir que la moto es uno de los vehículos más versátiles que existen. Es ágil, rápida, todoterreno y con los accesorios adecuados se adapta prácticamente a todo tipo de usos. Claro que de esa polivalencia y de esa versatilidad tampoco hay que abusar.

Ciertamente la vida en algunas de las regiones de Rusia es dura, por lo extremo de las condiciones climáticas y el terreno y eso explica porque algunos de los diseños más estrambóticos nos llegan de allí. Quizás no sean bonitas ni demasiado prácticas para el día a día, pero, sin duda, la maña que se dan los rusos para construir máquinas indestructibles los convierte en los primeros candidatos a sobrevivir a un "apocalipsis".

  1. Moto Tanque Hamyak sin duda la “moto-tanque” Hamyak -” Hamster”- es uno de los mejores ejemplos. Es obra del ingeniero Eduard Luzyanin que la ha creado tanto para uso militar o de servicios de rescate como para uso civil en terrenos de muy difícil acceso. Las primeras unidades las impulsa un motor de 150cc, aunque puede llevar otros de más cubicaje. En realidad, tampoco le hace mucha falta porque ir deprisa no es su cometido y su velocidad máxima es solamente de 45 km/h. Eso sí, con su oruga de carro de combate puede llegar prácticamente a cualquier sitio. Incorpora de serie una cuerda de remolque, linterna de emergencia, kit de herramientas, hacha y sierra, brújula, termo y armero. Y otra curiosidad: no tiene frenos ni dirección. Para detenerla basta dejar de dar gas y para girar solamente hay que inclinar el cuerpo hacia donde se desea cambiar de dirección.

  2. Taurus 2 diseñada para enfrentarse a las condiciones más extremas de la estepa siberiana, la Taurus 2 ofrece tracción integral en las dos ruedas y se construye en una fábrica situada en Kaluga, en el extremo oeste de Rusia. Le da vida un motor de cuatro tiempos de origen Honda con un cubicaje de 210 centímetros cúbicos y una potencia de 7 CV. Según su creador, no hay sitio al que no pueda acceder la Taurus ni terreno por el que no sea capaz de circular con sus neumáticos de baja presión ya que -además- sólo pesa 72 kilos. Por otra parte, es desmontable y en menos de dos minutos queda reducida a dos pequeños paquetes que caben en el maletero de cualquier auto.

  3. Gibbs Biski el fabricante de Michigan “Gibbs Anphibies” especializado como su nombre indica en vehículos anfibios tanto de dos como de cuatro ruedas construye por encargo la primera “moto de agua” que realmente lo es, en el sentido literal del término. Se trata de un modelo equipado con un motor de dos cilindros de 55 CV de potencia que le permite alcanzar los 128 km/h sobre el asfalto y los 59 km/h en el agua tras derivar la tracción a dos pequeñas turbinas simplemente pulsando un botón en el manillar y esperando 5 segundos. Dado su uso dual, lleva un sistema de escape cuádruple; dos tubos para tierra y dos para el agua y equipa todos los elementos que la ley exige tanto a una moto como a una embarcación.

  4. Vespa 150 TAP es verdad que los scooteres tienen su origen en las pequeñas motos que se lanzaban en paracaídas tras las líneas enemigas para servir de vehículo de exploración a las tropas. Pero con la Vespa TAP el concepto se llevó demasiado lejos. Alguien en las “Troupes Aéro Portées” francesas -eso significa TAP- pensó que podía ser una buena idea incorporarle un “bazooka” a una Vespa y usarla como soporte de armamento pesado. Las especificaciones del scooter eran las de serie; el motor de 150 cc alcanzaba los 60 km/h a pesar de que el peso del cañón y la munición ya eran de 115 kilos. Fue en 1956 y sin duda influyó que Francia todavía se restañaba las heridas de la sangrienta guerra de Indochina. Pese a todo se produjeron 600 Vespa 150 TAP entre 1956 y 1959. Aún se pueden encontrar algunas en manos de coleccionistas, que las conservan como una joya.

  5. Motoped Black Ops Edition parece claro que, a la hora de enfrentarse a un cataclismo global en moto, prima la ligereza sobre cualquier otro concepto. Y es lógico; mayor ligereza significa menos consumo del escaso combustible y mayor capacidad todoterreno. Exactamente lo que defienden los californianos de Motoped -con sede en Santa Cruz- con su Black Ops, equipada con un montón de accesorios que están diseñados para mejorar las posibilidades de supervivencia como palas, hachas, sierras, una ballesta, un arpón e incluso una ametralladora calibre 50 por si la cosa se pone ya realmente muy fea. Los tres depósitos -central más dos auxiliares- aseguran una autonomía de entre 402 a 482 kilómetros. ¡Ah! la Black Ops mantiene los pedales y la funcionalidad de su primigenio diseño como bicicleta eléctrica a la que se ha añadido un motor de 50 o 125cc.